lunes, 7 de diciembre de 2015

DOLOR PELVICO CRONICO SIN ENFERMEDAD DETECTABLE

OSCAR REDONDO MAKACIO
Médico Universidad Javeriana
Neurocirujano - Instituto Neurológico de Colombia, Universidad Javeriana

Bogotá.- Reside en Santa Marta - Colombia

DOLOR PELVICO CRONICO SIN ENFERMEDAD DETECTABLE
Obtenido del Tratado del Dolor - Wall y Melzac
(Algunos comentarios son míos y aparecen como ´´NOTAS´´)
El dolor pélvico crónico DPC es un problema difícil en la clínica ginecológica y se denomina genéricamente dolor pélvico crónico DPC sin enfermedad detectable. Se define como un dolor pélvico no menstrual, de 6 o más meses de duración, lo suficientemente intenso como para provocar una discapacidad o para requerir tratamiento médico o quirúrgico (Howard 2003). Es una patología frecuente. Howard calcula que supone el 10 % de todas las patologías referidas al ginecólogo por el médico de atención primaria. Además, el 12% del total de las histerectomías que se practican y el 40% de los estudios laparoscópicos en ginecología se deben a este síndrome. Si bien la mayoría de las pruebas laparoscópicas dan lugar a un diagnóstico de adherencias o endometriosis, hay un número de casos (15 – 20%) en los que no es posible identificar mediante esta técnica ninguna patología pélvica o intraabdominal específica.
        Al igual que ocurre en otros síndromes que se diagnostican por exclusión, antes de diagnosticar DPC es necesario excluir la presencia de alteraciones estructurales, inflamatorias. O psiquiátricas. Los antecedentes de malos tratos físicos y/o abuso sexual durante la infancia se correlacionan con el DPC sin enfermedad detectable, lo que lleva a una conclusión lógica: todas las clínicas especializadas en DPC  deberían incluir y el tratamiento debería ser siempre multidisciplinario, Según Reiter, el mejor tratamiento basado en la evidencia es la terapia multidisciplinaria continuada a lo largo del tiempo, con el fin de prevenir
las recidivas de las secuelas físicas y psicológicas.
         La administración de analgésicos no opioides suele ser el primer paso en el plan de tratamiento, mientras que los opioides son objeto de una fuerte controversia, ya que hay médicos partidarios de utilizarlos crónicamente y otros que los rechazan debido al riesgo de adicción y a las consecuencias conductuales negativas que su uso continuado puede tener.
(Nota mía: además, los opioides producen estreñimiento ya de por si frecuente en muchas mujeres y esto podría agravar la sensación dolorosa pélvica o proporcionarles un motivo psicológico).
En un ensayo clínico se ha demostrado que la nortriptilina (antidepresivo tricíclico) es eficaz en un subgrupo de pacientes con DPC mientras que en otro ensayo clínico controlado se concluyó que la Sertralina, 50mmgrs vía oral dos veces al día no se observó ninguna mejoría en comparación con el grupo placebo.
Nota mía: con relación a la nortriptilina, esta aumenta el apetito las primeras semanas del tratamiento y en ocasiones durante mayor tiempo, lo que con lleva a un aumento de peso corporal y las mujeres son muy sensibles a esta situación. Por otro lado, la somnolencia que producen comparada con el ´´supuesto alivio´´ invalida para as actividades normales y por otro disminuye al deseo ya la realización sexual al fin y al cabo como muchos medicamentos psicoactivos. – En cuanto a la Sertralina, además de haberse demostrado su ineficacia, es un medicamento poco tolerado por sus efectos secundarios,  generalmente impredecibles.
          Los procedimientos neuroablativos que también se han utilizado en el tratamiento de la dismenorrea, tanto es este caso del DPC como en ella, los resultados han sido contradictorios.  
       Nota mía: En fin, el DPC sin enfermedad detectable, es de difícil manejo, se debe manejar multidisciplinariamente. Aunque siempre hay que hacer esfuerzos para poder curar o paliar, hay que admitir, que en algunas ocasiones los médicos NO PODEMOS.

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